Fútbol en Televisión

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Mejores jugadores fútbol que no ganaron un Mundial

Mejores jugadores de fútbol que nunca ganaron un mundial

Un listado de algunos de los jugadores más importantes de la historia del fútbol mundial y que nunca ganaron una Copa del Mundo. Por supuesto no vamos a incluir, por ahora, algunos como Messi, Cristiano Ronaldo o Robben porque por su juventud y selecciones donde juegan aún están a tiempo.

Algunos de ellos aunque no ganaron el título dejaron su sello en las fases mundiales.
JOHAN CRUYFF (Holanda):
Un único Mundial disputado le alcanzó a este holandés para enamorar al universo futbolístico. Grácil, elegante, elástico, veloz, fue el símbolo de una revolución táctica que llevó un nombre para todas las épocas: fútbol total. Jugó apenas siete partidos, anotó tres goles. Pero no fueron esos tantos los que lo catapultaron a la más exquisita de las famas. Era el alma de un conjunto mágico, que ejecutaba relevos a la perfección, tiraba diagonales, armaba paredes. Nunca resignaba la estética ni el despliegue atlético. Su equipo, esa Naranja Mecánica del '74, cayó en la final y sirvió como excusa para todos los subcampeones desde entonces: todo el mundo supo que era el mejor equipo.

EMILIO BUTRAGUEÑO (España):
Aunque deslumbró en Mexico la mala suerte de jugar en una selección española sin suerte y que siempre caía en los cuartos de final privaba a cualquier jugador de poder levantar una copa. Lo mismo le pasó al genial Raúl González Blanco.

MICHEL PLATINI (Francia):
El genio de los pies pequeños y la pegada exquisita disputó tres Mundiales. En 1978 no tuvo demasiada suerte: jugó tres partidos, convirtió su primer gol y Francia se despidió del torneo en primera ronda. En las siguientes dos Copas del Mundo haría diferencias decisivas desde su creación de fútbol. En el '82, lideró a un equipo exquisito en excelente compañía: jugaba con Giresse, Genghini, Tigana, Rochetau, Six... Un equipo de puro ataque que hacía de Platini una usina generadora de energía y de talento. Ese torneo marcó el despegue internacional del hoy presidente de la UEFA, y dejó en la memoria de los futboleros aquella semi frente a Alemania Occiedental. Ese partido terminó igualado 1-1 en tiempo regular (con un gol de Platini) e incluso Les bleus llegaron a ponerse arriba 3-1 en el suplementario. Pero los germanos igualaron el marcador y terminaron quedándose con el pase a la final gracias a los penales.


PAOLO MALDINI (Italia):
Si a uno le preguntan ¿puede ser que Maldini nunca haya ganado un Mundial? tal vez responda que con todos los partidos y toda su carrera alguno seguro que ganó y no no ganó ninguno increíblemente, el zaguero que más veces vistió la camiseta azzurra (126) y que más veces fue capitán de la selección (76) disputó toda su carrera mundialista sin vivir la gloria italiana: jugó los mundiales de Italia '90, EE.UU. '94, Francia '98 y Corea-Japón 2002.


ZICO (Brasil):
Fue el mejor exponente de uno de los Seleccionados más vistosos de la historia, que pese a su gran cantidad de jugadores talentosos en el equipo, no pudo celebrar un título del mundo. El Brasil de 1982 llegó a España con el mote de favorito y sus primeras presentaciones fueron como se esperaba. Zico lideró al Scratch en los triunfos sobre Unión Soviética, Escocia, Nueva Zelanda y Argentina, pero no mostró un buen nivel en el choque definitorio frente a Italia. Jugando en Brasil es complicado no haber ganado ninguno

HRISTO STOICHKOV (Bulgaria):
La actuación de Bulgaria en 1994 fué un éxito para Bulgaria que llegó a semifinales y para él bota de oro. Un gran jugador del fútbol europeo también sin corona mundial.


FERENC PUSKAS (Hungría):
Un crack de todas las épocas que tuvo el infortunio de nacer antes de la explosión del marketing en el fútbol: su fama no tiene el nivel que tenía su fútbol. Para dar una pequeña medida de la diferencia que marcaba en el juego, podríamos decir que marcó 84 goles en sus 85 apariciones internacionales. Tenía un dominio impresionante de su pierna izquierda: pateaba con una potencia inédita y su visión de cancha le permitía dar asistencias como si fuera un volante creativo. Jugó una sola Copa del Mundo con Hungría, en Suiza 1954, y eso le sobró para dejar la marca de su pegada zurda grabada en la historia para siempre.
Hungría perdió una final que tenía más que ganada ante Alemania la misma Alemania que había destrozado en la fase de grupos. No pudo sostener el resultado despues de ir ganando y en un partido que sólo pudo calificarse como milagroso (pasó a la historia con el nombre "El milagro de Berna") Alemania le arrancó el título de las manos a Hungría y a Puskas.

WAYNEY ROONEY (Inglaterra)
Ya ha participado en dos copas del mundo, es la estrella de su selección pero por ahora sólo ha conseguido títulos a nivel de clubes.


EUSEBIO (PORTUGAL):
Es complicado ganar un Mundial jugando en una selección como Portugal que a veces ni se clasifica, sólo jugó sólo una Copa del mundo, pero fue suficiente para transformarse en uno de los mejores reyes sin corona de todos los tiempos. Portugal llegó a Inglaterra 1966 como uno de los favoritos sólo por contar con la Pantera de Mozambique en el plantel. Eusebio fue el dueño y la única figura del Seleccionado luso que jugó su primer torneo importante y sorprendió al planeta con un tercer puesto histórico. El delantero del Benfica marcó nueve goles y ganó el Botín de oro al máximo artillero del certamen. Sus grandes partidos fueron ante Brasil, por la primera fase y contra Corea del Norte, en octavos de final. En el encuentro frente al campeón reinante, la Pantera anotó dos tantos y ante el sorprendente conjunto asiático lideró la remontada de su Selección con cuatro goles. La Pantera brilló como nunca en la tierra en la que nació este deporte y se convirtió en leyenda.


GARY LINEKER (Inglaterra):
El hombre que se hizo famoso en México '86, con la número 10 de su seleccionado en la espalda y un yeso en la mano derecha, fue sencillamente un goleador excepcional. En aquella primera aparición mundialista, Lineker finalizó con 6 tantos y ganó el Botín de Oro (fue el único inglés en la historia en alcanzar ese logro). Alto, espigado, atlético, con un formidable olfato, excelente pegada con las dos piernas, un cabezazo envidiable y una maravillosa capacidad de control, el jugador que supo brillar en Barcelona llegó a cuartos de final en aquella edición. Incluso anotó en aquel partido eliminatorio ante Argentina, pero su equipo sufrió la mano y los pies de Maradona. En el '90 sumó otros cuatro tantos para llevar a su equipo a semifinales. Dos de ellos los anotó en el apasionante duelo de cuartos frente a Camerún, que Inglaterra ganó por 3-2 en tiempo extra. El otro lo marcó en la semifinal, cuando el 1-1 ante Alemania y la posterior derrota por penales le negó al equipo británico su primer pase a una final desde 1966. En ese momento acuñó la que probablemente sea su frase más famosa: "El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, en el que juegan once contra once, y siempre gana Alemania".



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