Tras varios años seguidos de dominio de la liga inglesa por parte del Manchester United el Chelsea pasó ayer el último escollo para ganar este año la Liga tras su victoria 0-2 en Anfield ante un desconocido y desdibujado Liverpool que está deseando llegar al final de la temporada.
El Chelsea no dió opción al Liverpool y con goles de Drogba y Lampard se impuso con mucha facilidad al Liverpool de Benitez que abandonará el "barco" antes de que se hunda camino de la liga italiana.
El domingo próximo, en la jornada final que será la número 38, el Chelsea recibirá al Wigan Athletic, mientras que el United será local contra el Stoke City. La superioridad del Chelsea en diferencia de goles implica que su rival directo tiene que ganar y esperar una derrota o un empate del líder para poder ser campeón.
Es practicamente imposible que un equipo como el Wigan sorprenda al Chelsea en Londres pero el Manchester con su victoria de ayer por la mínima ante el Sunderland obligó al Chelsea a un último esfuerzo ante su público. De todas formas seguro que al equipo de Ancelotti le gusta más ganar la liga en el terreno de juego y ante su público que con una derrota del Manchester.
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